Semana peculiar

Después de las depresiones que me implican los cumpleaños, me explicaré no es el hecho que me deprime darle vueltas al mundo  NO, es la situación  ahh hubiera hecho algo, pero de verdad planear algo como un noche de mojitos o una salida lúdica sin percances o simplemente que a mi estúpido hemano no se le olvide la fecha, y todo esto no seria difícil si la  experiencia personal de N cumpleaños me dijera que siempre algo sale mal de alguna extraña manera. Pero en fin, este año lo compense con una cantidad industrial de chocolate y paso bien.

El resto de la semana  hubo una serie de venganzas kármicas, que alego a casualidades remotas,  verán, daré mi versión de los hechos aunque seguro Lorena alegará,  después de salvar una  abeja, esta en agradecimiento clavó su agujón en mi dedo medio, resulto muy chistoso hasta que se me entumió todo el brazo.

El siguiente día, caí más en cuenta lo mucho que me gustan las aves, conocí una aguililla de Harris y un Búho, y aunque el aguililla dejo una herida de guerra en el mismo brazo se hizo memorable la abeja, el rasguño no estoy muy segura de haberlo merecido pero quiero pensar que fue encargo de algún futuro zopilote. He aquí la foto.

 

Y luego para terminar la honorable semana, un gran porcentaje de tesistas diría que sufren algún tipo de flagelo por sus asesores, pero yo creo más bien que soy la que presiono, y a hasta ahora ni mi asesor de tesis me responde ni mi directora de servicio social para comentar avances y decirles que ya conseguí muestras, muy probablemente de la Universidad de Lousiana, en el Field Museum, aunque siguen pendientes la Universidad de los Andes y el Centro de Conservación del Cóndor de California.  Además felizmente tenemos cinco muestras en la colección de la facultad lo cuál hace un paro monetario y temporal muy grande.

Haber con que broche cierra el Alemán hoy por la noche.